Tamara Castañeda, quien nació en La Habana el 8 de junio de 1980, constituye hoy una de las jóvenes figuras cubanas que más promete al Latin Jazz.
Es graduada de la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell y egresada luego del Conservatorio Amadeo Roldán donde concluye el nivel medio superior en las especialidades de Percusión y Piano, con total dominio en la ejecución de casi todos los instrumentos de percusión sinfónica, incluidos las congas, percusión menor cubana, xilófono, marimba, lira y teclados.
Inicia entonces un camino de investigación y estudios de modo autodidacto, que la llevaría a convertirse en la vibrafonista que es hoy.
Emprende su carrera en 1990 ofreciendo conciertos como pianista en lugares como el Museo Napoleónico, la sala "Argelier León" de la Agrupación Nacional de Conciertos, y en la Unión de Periodistas de Cuba, UPEC. Desde ese momento y hasta 1995 participa cada año en el Festival Nacional de, PERCUBA evento dirigido por el maestro Lino Neira, profesor del Instituto Superior de Arte.
En 1994 se presenta al Concurso de Música Amadeo Roldán, transita hasta el nivel nacional y suma a su aval un Primer Lugar, dos Segundos Lugares y un Premio Especial por la autoría de su tema "A mi manera", cual fue propuesto posteriormente para integrar el programa nacional de enseñanza artística en la especialidad de percusión.
También en este año se alza con una mención especial en el Primer Concurso de Habaneras por la composición de la obra "Tras silencio..." y en simultánea integra la agrupación "Latin Jazz", donde logra impactar por su ejecución frente a las tumbadoras.
En 1996 integra la Orquesta Sinfónica Juvenil con la que realiza numerosos conciertos y grabaciones por espacio de dos años bajo la dirección del maestro Guido López Gavilán.
El año de 1997 marca su debut en los Festivales Jazz Plaza, en esta ocasión acompañando en la percusión cubana al pianista y compositor estadounidense Bob Chilson, y a su coterráneo, el trompetista Roy Hargrove.
A principios de 1998, Tamara integra la agrupación femenina "Ellas son" ejercitándose en un amplio repertorio de música cubana, internacional e instrumental; y en abril reaparece en el festival Nacional de Percusión PERCUBA 98.
Ya en diciembre de ese año crea la agrupación "TCI trío" donde debuta en el vibráfono, he inicia así el camino que la llevaría a convertirse en una de las virtuosas del instrumento.
Luego de numerosos conciertos en escenarios de la capital, ahora en su nueva condición de vibrafonista, arriba al año 2000 participando en dos importantes eventos: la entrega de los Premios Caricato durante el Festival Internacional de Cine Latinoamericano y el regreso al Festival Internacional Jazz Plaza.
En junio del 2001 pasa a formar parte del catálogo profesional del Centro Nacional de Música de Concierto, y en diciembre del mismo, se presenta al concurso nacional de jóvenes jazzístas "JOJAZZ 2001" alzándose con el Gran Prix del evento por decisión de un prestigioso jurado presidido por el maestro Chucho Valdés.
Ante sí surge un nuevo sendero de reconocimientos y oportunidades que la destaca como la primera vibrafonista mujer en la historia del jazz cubano.
Enero del 2002 subraya su madurez artística y le permite compartir escena con grandes de la talla de Chucho Valdés, Julio Barreto, Carlos Emilio, Jorge Reyes, Jorge Luis Chicoy y el estadounidense Steve Coleman, una de las prestigiosas figuras del jazz internacional.
Tres meses más tarde, se adueña del club "La Zorra y el Cuervo" al comenzar a incursionar en el jazz tradicional junto a la agrupación "Jazz Generation".
Este mismo año también se produce su primera experiencia en el exterior, al ser invitada al Festival Jazz Plaza de Isla St. Marteen junto a Chucho Valdés y su cuarteto, Chicoy, Ernán López Nussa, Tata Güines, Mayra Caridad Valdés, Changuito, Puppy, entre otros.
A su regreso inaugura junto a Chucho Valdés el Festival Internacional Jazz Plaza 2002, ejecutando junto a este el estreno de su obra "Chorihno".
Tal acontecimiento fue calificado por la crítica como lo más sorprendente de la jornada inaugural, pese al altísimo nivel de las figuras invitadas y del público, entre los que se encontraban los Premios Nobel de Literatura Nadine Gordimer (Sudáfrica) y Gabriel García Márquez (Colombia); además de los actores norteamericanos Harry Belafonte y Danny Glover.
Tamara Castañeda ha laborado como músico invitada de Omara Portuondo, denominada la Diva del Buena Vista Social Club, y participa regularmente en Jazz Sessions con músicos cubanos.
Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC.
Ha sido profesora de los Conservatorios Guillermo Tomás y Manuel Saumell y actualmente trabaja en su primera placa discográfica bajo la producción del Maestro Chucho Valdés
Trabaja además en la elaboración de un método sobre las posibilidades de utilización del vibráfono en la música popular cubana.
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