Richter nació en Zhytomyr, Ucrania, de padre expatriado alemán y madre rusa.Creció en Odessa. Fue autodidacto, algo poco habitual en estos casos, aunque su padre -pianista y organista- y uno de los alumnos de su padre -un arpista checo- le dieron una educación musical básica. Richter era un excelente lector a primera vista, y practicaba regularmente con las compañías locales de ópera y ballet. Empezó a trabajar en la Ópera de Odessa como pianista acompañante en los ensayos.
INICIOS
El 10 de marzo de 1934 dio su primer recital en el club de ingenieros de Odessa, pero no empezó a estudiar formalmente piano hasta tres años después, cuando decidió buscar a Heinrich Neuhaus, famoso pianista y profesor en el Conservatorio de Moscú. Durante la audición, Neuhaus le susurró a otro estudiante: "Este hombre es un genio". Aunque Neuhaus dio clase a muchos grandes pianistas, entre ellos Emil Gilels y Radu Lupu, se dice que consideraba a Richter su "alumno genial, al que había estado esperando toda la vida", a la vez que admitía que no había podido enseñarle "nada".
En sus comienzos, Richter también hizo sus pinitos en la composición, e incluso parece que tocó algunas de sus composiciones en la audición de Neuhaus. Sin embargo, abandonó la composición poco después de mudarse a Moscú. Años después, explicó esta decisión: "Quizás la mejor manera de explicarlo es que no tiene sentido traer más mala música al mundo".
En 1940, todavía estudiante, estrenó la Sonata para piano no. 6 de Sergéi Prokófiev, compositor a cuyas obras quedaría asociado para siempre. Se hizo famoso por saltarse las clases obligatorias de adoctrinamiento político en el conservatorio y por ser expulsado dos veces en su primer año. Siempre fue un extraño a la política de la Unión Soviética, y nunca se unió al Partido Comunista.
Tras el telón de acero
Richter era abiertamente gay, en la medida en que era posible a principios y mediados del siglo XX en la Unión Soviética. Su homosexualidad no era desconocida para aquellos que le conocían bien. Este hecho contribuyó especialmente a que fuera algo reservado y retraído.Richter conoció a la soprano Nina Dorliak en 1945. Poco después la acompañó en un programa que incluía canciones de Nikolai Rimsky-Korsakov y Prokofiev. "Éste fue el primer encuentro de una asociación que duraría el resto de sus vidas. Richter y Dorliak nunca se casaron oficialmente, pero eran compañeros inseparables. Ella era el contrapunto a su naturaleza impulsiva. Le daba cuerda a su reloj, le recordaba sus citas y organizaba sus compromisos profesionales".
En 1949 ganó el Premio Stalin, lo cual le llevó a dar varias giras de conciertos en Rusia, Europa del Este y China. Richter dio sus primeros conciertos fuera de la Unión Soviética en Checoslovaquia en 1959.
En 1952, Richter fue invitado a interpretar el papel de Franz Liszt en la versión rusa de la película Glinka de 1946, sobre la vida del compositor Mijaíl Glinka, llamada Kompozitor Glinka (en ruso: Композитор Глинка). El papel principal fue interpretado por Borís Smirnov.
En 1960 desafió a las autoridades al tocar en el funeral de Boris Pasternak.
En Occidente
Richter se dio a conocer en Occidente gracias a grabaciones de los años 50. Uno de sus primeros defensores fue Emil Gilels, quien durante su primera gira estadounidense, en la que recibió magníficas críticas, dijo: "Esperen a escuchar a Richter".Richter dio sus primeros conciertos en Europa Occidental en mayo de 1960, cuando se le permitió tocar en Finlandia. Ese mismo año le fue permitido tocar en Estados Unidos. Su debut tuvo lugar el 15 de octubre de 1960 en Chicago, donde tocó el Concierto para piano nº 2 de Johannes Brahms, acompañado de la Orquesta Sinfónica de Chicago y Erich Leinsdorf, y consiguió muy buenas críticas. La gira de 1960 culminó con una serie de conciertos en el Carnegie Hall.
Sin embargo, Richter afirmó que no le gustaba tocar en Estados Unidos. A causa de un incidente en 1970 en el Alice Tully Hall de Nueva York, cuando un grupo de manifestantes antisoviéticos irrumpió en un concierto de Richter y David Oistrakh, Richter juró que no volvería.
En 1961 tocó por primera vez en Londres. Su primer recital, con obras de Haydn y Prokofiev fue recibido con hostilidad por los críticos británicos. Concretamente, Neville Cardus dijo que su estilo era "provinciano", y se preguntaba por qué había sido invitado a Londres, si tenía la ciudad tantos pianistas de "segunda clase" propios. Tras el concierto del 18 de julio de 1961, donde interpretó los dos conciertos para piano de Franz Liszt, los críticos cambiaron de parecer.
Últimos años
Aunque disfrutaba al dar conciertos en público, Richter odiaba planear las temporadas de conciertos, y en sus últimos años solía tocar en conciertos anunciados con poca antelación, en salas pequeñas y oscuras, tan sólo con una lámpara para iluminar la partitura. Richter afirmaba que de esta manera el público podía concentrarse en la música, en vez de en sucesos irrelevantes como los gestos y muecas del intérprete.En 1986, Richter se embarcó en una gira de seis meses por Siberia, y dio unos 150 recitales; a veces tocaba en pueblos pequeños, donde ni siquiera había una sala de conciertos. Se dice que, en sus últimos años, Richter contempló la posibilidad de dar conciertos gratis.
Al final de los años 80, la técnica de Richter decayó parcialmente debido a su edad y a problemas de corazón. Este proceso de envejecimiento continuó en los 90, y le causó gran frustración. Sin embargo, en 1995 seguía tocando las piezas más difíciles del repertorio pianístico, incluyendo el ciclo Miroirs de Maurice Ravel, la Sonata para piano no. 2 de Sergéi Prokófiev, y los estudios y Balada no. 4 de Frédéric Chopin.
Su última interpretación grabada fue un concierto de 1994 con la Orquesta Sinfónica Shinsei de Japón y su amigo Rudolf Barshai como director, en el que tocó tres conciertos de Mozart.
El último recital tuvo lugar en una reunión privada en Lübeck, Alemania, el 30 de marzo de 1995. El programa incluyó dos sonatas de Haydn y las Variaciones y fuga sobre un tema de Beethoven, de Max Regger, pieza para dos pianos que interpretó con el pianista Andreas Lucewicz.
Richter murió en su casa a las afueras de Moscú, de un ataque al corazón. Había atravesado un largo periodo de depresión debido a su incapacidad para actuar en público. En el momento de su muerte, Richter estaba aprendiendo los Fünf Klavierstucke, D. 459, de Schubert.
Repertorio
En palabras del propio Richter, "mi repertorio da para unos ochenta programas diferentes, sin contar la música de cámara". Efectivamente, el repertorio de Richter se extendía desde Handel y Bach hasta Karol Szymanowski, Alban Berg, Anton Webern, Igor Stravinsky, Béla Bartók, Paul Hindemith, Benjamin Britten, y George Gershwin, aunque con importantes omisiones como las Variaciones Goldberg, de Bach; la Sonata para piano nº 21 Waldstein, la Claro de Luna, el Concierto para piano nº 4 y el Concierto para piano nº 5 de Beethoven, la Sonata en la mayor D. 959 de Schubert, el Concierto para piano nº 3 de Prokofiev y el Concierto para piano nº 3 de Rachmaninov.
Richter trabajaba incansablemente para aprender nuevas obras. Por ejemplo, a finales de los 80 aprendió las variaciones sobre Paganini y Handel de Brahms, y en los 90, los estudios de Debussy, los conciertos para piano de Saint-Saëns, Gershwin, Mozart, así como sonatas de Bach y Mozart que no había incluido previamente en sus programas. De hecho, Richter estaba aprendiendo música cuando murió.
En su repertorio eran obras fundamentales las de Franz Schubert, Robert Schumann, Beethoven, J.S. Bach, Chopin, Liszt, Prokofiev, Claude Debussy y otros muchos.Se dice que aprendió de memoria el segundo libro de El clave bien temperado de Bach en un mes.
Estrenó la Sonata nº 7 de Prokofiev, que estudió en cuatro días, y la nº 9, que Prokofiev le dedicó. Además de su carrera como solista, dio también conciertos de música de cámara con compañeros como Mstislav Rostropóvich, Rudolf Barshai, David Oistrakh, Oleg Kagan, Yuri Bashmet, Natalia Gutman, Zoltan Kocsis, Elisabeth Leonskaya, Benjamin Britten y los miembros del Cuarteto Borodin. Richter también acompañó a menudo a cantantes como Dietrich Fischer-Dieskau, Peter Schreier, Galina Pisarenko y, por supuesto, su compañera Nina Dorliak.
] Premios y reconocimientos
- Premio Musical Léonie Sonning (1986; Dinamarca)
- Doctor de Música honoris causa por la Universidad de Oxford
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